16 marzo, 2006

El Hombre que seguía susurrando a las barricas


La labor de hoy ha consistido en llenar unas barricas provenientes de la bodega de elaboración, donde tenemos los grandes vinos en cría, con barricas nuevas francesas principalmente. Son barricas que llevan en su mayoría dos años llenas con vino. Y se trasladan a la nave de barricas principal para renovar parte del patio de barricas de los vinos más corrientes (de corrientes nada, es más acertado decir crianza y reserva).

En la nave de barricas principal tenemos un tren de lavado de barricas (10.000 barricas bien se lo merecen). La verdad es que es un buen invento, pero a veces falla y hay ciertos puntos calientes que hay que estar vigilando contínuamente. Sobretodo cuando engancha las barricas, a veces, al no estar debidamente alineadas, sólo la engancha de un costado y al levantar, la tumba y la hace caer al suelo si no estás atento... pero un operario como Dios manda no se le pasa