10 marzo, 2006

Esta noche, ¡de vinos por la Laurel!


Una de las cosas más excitantes, y la más interesante de hacer (dicho sea de paso) en Logroño; es salir por la Calle Laurel de pintxos. Todo el bullicio (o casi todo) de la zona antigua de Logroño se centra en esta calle. A eso de las 8 y media de la tarde comienza a haber "jaleo".

Hay multitud de bares, cada uno con su especialidad culinaria llevaba a la mínima expresión. Los hay más o menos elaborados, te gustarán unos más que otros, más o menos caros, pero lo que es seguro es que si pasas por esta calle, que además está muy muy cerca del Camino de Santiago, no te quedarás indiferente.

He hablado de los pinchos, pero la verdad es que para una persona habituada a tomar vino, salir por esta zona es genial por dos cosas: primero es que los vinos que sirven, por lo general no están mal y siempre hay donde elegir; pero lo segundo y más importante es que exite una rotación tan grande que no llega a estropearse el vino casi nunca, pidas el que pidas. Es uno de los pocos sitios en lo que se puede beber vino por copas y tener una idea bastante aproximada de lo que es el vino (si conseguimos abstraernos del ambiente tan sonoro y cargado de humo, claro)

Esta noche saldré con un compañero de trabajo y su novia. La verdad es que desde que andamos por Logroño, no hemos salido casi con nadie de aquí. Casi siempre han venido amigos o familiares y les hemos hecho a todos prácticamente la misma ruta turística; terminando siempre en la calle de los elefantes (¡porque todos salen trompa!). Me resulta extraño estar en una ciudad y no tener amigos. En todos los sitios en los que he vivido, bien sea por ser estudiantes o por tener un pasado ya allí; nunca me ha faltado un amigo para salir a dar una vuelta.

Creo que mi novia y yo nos estamos acomodando el uno al otro y no nos molestamos en crear y cultivar nuevas amistades en esta ciudad. De entrada, debería haberme encontrado ya un grupo de cata. Aunque sea para hablar de vinos ya podría haber hecho unos cuantos amigos más. Pero bueno es lo que tiene lo de emigrar, que te cambias de entorno y tienes que empezar de cero.