14 marzo, 2006

El Hombre que susurraba a las barricas


Hoy ha sido un día interesante. Por la mañana el trabajo ha consistido en rellenar las barricas de un vino del año 2004, son los mejores vinos de la bodega y las rellenamos sin emplear bomba; simplemente un barril de acero inox al que se le inyecta nitrógeno para hacer aumentar la presión y que el vino salga por una manguera conectada a una salida del barril, esta manguera tiene una pistola y eso es todo...

Pero lo mejor fue la dura tarde revisando las barricas francesas nuevas. Fué dura, por culpa de mi lesión (la famosa epicondilitis bilateral), pero fue interesante porque tuve que revisarlas una por una para comprobar si tenían taras. Lo primordial, quier decir, lo que buscas de verdad son "ampollas", debido al proceso de tostado de la madera, cuando sobrepasa determinada temperatura, salen como unas excreciones de la madera (parecido a la pintura cuando se quema o a los plásticos) que a veces se agrietan. Esto es un foco de inmundicia que impide que se pueda lavar correctamente la barrica.

Sólo encontré una barrica con este tipo de ampolla, pero también había alguna que otra duela rajada de lado a lado (transversalmente).