12 marzo, 2006

Mañana de vuelta a la línea

Es lo que tiene tiene el fin de semana, que termina y comienza otra semana. Y a volver a la línea de embotellado. Es un trabajo que no resulta nada, nada gratificante. Sí, ves cómo se va avanzando con el trabajo, cómo se van acumulando los pallets de cajas con botellas etiquetadas, o cuando se embotella, cómo se acumulan los jaulones de botellas...

La cosa es que a veces hay complicaciones, que es lo que te ameniza la jornada, la capsuladora de repente deja de funcionar, la lavadora de botellas se atasca a veces y se para; la etiquetadora a veces tuerce las etiquetas, o se "olvida" de poner la precinta del consejo... de vez en cuande se rompe alguna botella...

Pero en sí, el trabajo no aporta nada, no te hace sentir realizado de ninguna manera, sólo cuando hay algún problema, y puedes solucinarlo sin pedir ayuda a nadie. Tengo unas ganas de comenzar a hacer otras cosas... ya estoy hasta las pelotas de trabajar con mis manos, que ademas sufren ya una lesión de epicondilitis desde la vendimia, más de cuatro meses sin poder hacer esfuerzos y con dolores cuando me pongo a escribir en el ordenador... y todo por no ir al médico en el momento justo y coger la baja en plena vendimia... al menos sé que me renovarán el contrato... cada día me cuesta más ir a trabajar. Cada día, me doy cuenta del tiempo que estoy perdiendo...